Foto: Corporación Jurídica Libertad
San Andrés de Cuerquia fue el escenario de una serie de talleres dirigidos a líderes y lideresas de la región del norte de Antioquia para ofrecerles mecanismos y rutas de denuncia, autocuidado y autoprotección ante situaciones de riesgo que atraviesan ellos y ellas en cada uno de sus municipios. El evento fue realizado por la Corporación Jurídica Libertad, El Proceso Social de Garantías para Líderes Lideresas, Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de Antioquia PSG y el Instituto de Estudios Regionales (INER) en dos jornadas distribuidas el 8 y 9 de abril.
Esta región del departamento antioqueño, que cuenta con otros municipios, como Ituango, Belmira, Briceño y Toledo, ha tenido un largo historial de vulneraciones de derechos humanos, a causa del accionar de grupos armados ilegales en la zona, megaproyectos mineros e hidroeléctricos con graves afectaciones sociales y ambientales, o por la acción u omisión de la Fuerza Pública en estos casos.
Siendo esto, los talleres surgieron por la necesidad de capacitar a estos representantes de movimientos y organizaciones sociales en acciones conjuntas para actuar ante casos de amenazas y otros flagelos que pongan en peligro sus vidas y las de la comunidad en donde realizan su labor.
En la jornada participaron organizaciones sociales de la región, como Ríos Vivos y la Asociación de Campesinos de Ituango ASCIT, quienes compartieron experiencias, relatos y propuestas para el cuidado mutuo ante este tipo de riesgos, tejiendo confianzas entre líderes y lideresas, así como entre las organizaciones del norte de Antioquia que trabajan por la reivindicación de los derechos de las comunidades afectadas.
Los ejercicios realizados en estos talleres, permitieron identificar los tipos de riesgos, la frecuencia en que suceden y las zonas donde más se presentan estos casos, permitiendo así la construción de rutas para prevenirlos o mitigarlos.
Al finalizar el evento, cada uno de los participantes se comprometió a llevar las conclusiones a cada una de sus veredas o corregimientos donde realizan su labor, con el ánimo de darle herramientas a los integrantes de las organizaciones de la región para que puedan accionar en contra de estos hechos y fortalecer los mecanismos que con los que ya contaban.
Además, abrieron sus puertas para que estos talleres lleguen a las zonas más afectadas de sus municipios, buscando que más líderes y lideresas conozcan las rutas para que puedan ejercer su labor de una forma segura. E hicieron un llamado al Gobierno Nacional para que abra un espacio de interlocución con las comunidades del norte del departamento para visibilizar todos los tipos de amenazas a las que se enfrentan quienes se articulan a estos movimientos sociales y comunitarios.