“Debemos decir: basta. Debemos decir: no más atropellos a la vida humana. La integridad de las personas, a su derecho, a vivir sin temor, en paz y armonía”.
Héctor Habad Gómez
Inmenso agradecimiento a las y los líderes sociales, defensores y defensoras de derechos humanos de las distintas subregiones del departamento de Antioquia, que, viajando a lomo de mula, chalupa, moto, guas y bus con trayectos de un día o más, por trochas y caminos que en algunos territorios fueron construidas por los procesos organizativos y comunales que ustedes lideran, están aquí presentes.
Saludamos a la Gobernación de Antioquia, la Secretaría de Gobierno, Paz y No Violencia y su Dirección de DDHH por la voluntad política para convocar a este evento de “No estigmatización y reconocimiento a la labor de las/los líderes sociales y defensores/as de DDHH del departamento”. También extendemos el saludo a las demás instituciones aquí presentes y especialmente a la comunidad internacional por su acompañamiento constante y la labor que realizan para promover acciones de protección de los/las líderes sociales y sus organizaciones.
Es importante para las organizaciones sociales y defensoras de DDHH estos actos de reconocimiento por parte del Estado, ya que uno de los riesgos constantes que padecen los liderazgos sociales son la estigmatización y el señalamiento por parte de diferentes actores, pero principalmente por agentes estatales, que constitucionalmente son los llamados a garantizar la labor de defensa de los DDHH.
Esperamos que se puedan llevar a cabo más actos de este tipo en los territorios, con la participación de las Alcaldías municipales, personerías y autoridades departamentales ya que, en algunos municipios de las subregiones, las autoridades no reconocen la labor y la importancia de las y los líderes sociales, y frente a las agresiones y riesgos, algunas Alcaldías no tienen una adecuada atención inmediata frente a dichas situaciones.
El Acuerdo de Paz firmado en el 2016 significó alivios humanitarios en los territorios, pero la consigna del gobierno actual —que por fortuna ya termina— de hacer trizas dicho acuerdo, dio lugar a un nuevo ciclo de violencia que en Antioquia está generando cientos de graves violaciones a los derechos humanos. Desde el año 2017 hasta la fecha, en el departamento han sido silenciadas las voces de 141 líderes, lideresas y defensores de DDHH[1]. De las cuales 17 eran mujeres y 124 eran hombres. Fueron asesinados porque eran la voz retumbante de sus comunidades y organizaciones, quienes exigían sus derechos, una vida digna y el Acuerdo de Paz. De esos lamentables homicidios, el 40% eran líderes campesinos, de los cuales 24% tienen que ver con la reivindicación de la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito, líderes que en sus territorios anhelaban vivir con sus familias y comunidad labrando la tierra.
El segundo grupo social más victimizado, ha sido los liderazgos comunitarios y comunales por la defensa y denuncia de situaciones que afectan a sus comunidades, que gestionan y hacen veeduría de recursos y luchan día a día por el bienestar. También, los liderazgos indígenas y ambientales que han defendido su territorio y sus recursos naturales en las subregiones del Oriente, Suroeste, Occidente, Bajo Cauca y Nordeste. Además, resaltamos, la labor de aquellos liderazgos del sector educativo, juvenil, cultural, sindical, de comunicaciones y LGTBIQ+ que por las justas reinvindaciones en sus espacios de acción, lastimosamente ya no se encuentran con nosotros.
En lo corrido del 2022 han sido calladas las voces de 12 personas que ejercían liderazgos[2], 3 eran lideresas y 9 eran líderes. Del total de víctimas 6 pertenecían al sector comunal, 2 eran líderes indígenas, 2 eran líderes ambientales y 2 líderes de la comunidad LGTBIQ+. Por esta razón, se podría afirmar que cada mes, algunas comunidades y organizaciones no cuentan con 2 líderes sociales a causa de esta tragedia que ha dejado a nivel nacional en lo que va del año: 105[3] homicidios.
Por ello, reiteramos en este espacio, que seguiremos exigiendo al Estado como principal garante de los Derechos Humanos, la protección de la vida e integridad de quienes luchan por un país diferente y buscan hacer real y eficaz la democracia. Ese es el punto de partida y llegada de las organizaciones sociales, de los líderes, lideresas y personas defensoras, que alzamos la voz para decir que pare el genocidio contra nosotros- ¡para la guerra nada, para la vida todo! Se requiere una verdadera política pública que haga efectivas las garantías de protección, teniendo en cuenta los enfoques diferenciales. Se requiere voluntad política para investigar, juzgar y sancionar a los responsables, particularmente los agentes estatales involucrados en los crímenes. Esperamos que la Mesa Territorial de Garantías se integre a las propuestas de cambio y reformas que se van a impulsar desde el gobierno nacional para hacer efectivas las garantías ciudadanas y el respeto por la labor de los defensores de derechos humanos y líderes y lideresas sociales.
Muchas gracias por su tiempo y escucha, a la gobernación de Antioquia por estos actos tan importantes, demás autoridades integrantes de la Mesa Territorial de Garantías y abrazos solidarios a aquellas familias y amigos de los 141 líderes/as y defensores que no están de forma física, pero sí en la memoria de cada uno de nosotros y nosotras.
A todas y todos los líderes/as sociales, defensores/as de DDHH y organizaciones sociales les digo que tengamos la plena convicción que ante tiempos adversos somos…
…El olvido que no seremos y la memoria viva de las reivindicaciones de los ausentes.
Corporación Jurídica Libertad
[1] Datos del Observatorio del nivel de riesgo a la labor de las/los líderes sociales y defensores de ddhh de la CJL y F. Sumapaz
[2] IBID
[3] Datos INDEPAZ