Foto tomada de la web
Organizaciones sociales y personas provenientes de diferentes municipios de Antioquia entre ellos: Copacabana, Itagui, Fredonia, Santa Bárbara, Santa Fe de Antioquia, Bello, Segovia, Envigado, Vegachi, Rionegro, Pueblo Rico, Amagá, Santuario y Medellín, así como de diversos sectores y luchas sociales, nos reunimos en el Encuentro Departamental de Antioquia por el Derecho Fundamental a la Salud y la Seguridad Social: Diálogos por la Salud y la Paz, el día 10 de septiembre de 2016 en la ciudad de Medellín, y como resultado de nuestras reflexiones frente al ambiente, el trabajo, la seguridad y la protección social, la salud y la paz realizadas en este encuentro, presentamos ante ustedes las siguientes consideraciones:
En un Estado Social de Derecho, las políticas públicas deberían garantizar la solución de los problemas sociales promoviendo la realización de los derechos de los ciudadanos como medio para mejorar su calidad de vida. Sin embargo, en Colombia la implementación de las políticas neoliberales y en particular la ley 100 de 1993, ha promovido la mercantilización de los derechos sociales, económicos y culturales despojándolos de su naturaleza de derechos humanos fundamentales, condicionando el goce de los derechos a la capacidad de pago y a las estrategias de focalización de la pobreza, convirtiéndose en un sistema altamente inequitativo y excluyente.
Para el caso de la población trabajadora colombiana, a pesar de sus conquistas históricas frente a los derechos laborales, el Estado ha incumplido sistemáticamente las promesas ofrecidas de protección y garantías en el trabajo. Hoy en día asistimos a una terrible precarización laboral, que se expresa en el desempleo, la inestabilidad laboral, la subcontratación, la informalidad, las condiciones inseguras de trabajo, la desigualdad en el ingreso y la falta de prestaciones sociales, configurando así una ausencia de las garantías mínimas frente a los derechos laborales. Lo anterior ha llevado a la población colombiana a niveles nunca antes vistos de desprotección, angustia, dolor, sufrimiento y muerte.
Por su parte los daños ambientales producto del sistema capitalista extractivista sobre el que se basa el modelo de desarrollo imperante son incompatibles con la vida y la salud. Nuestro país debe revisar su modelo económico, político y energético, y buscar alternativas económicas y ecológicas justas si quiere ser ambientalmente sustentable.
La salud está íntimamente ligada con la paz, entendida como la convivencia tranquila y el tratamiento de los conflictos en un ambiente general de no violación a los derechos de las personas. En un entorno de violación sistemática al derecho a la salud y a la seguridad social no se puede hablar de paz duradera, pues aunque silenciosa, la falta de salud y de oportunidades para mejorar la calidad de vida constituye violencia estructural contra la comunidad y caldo de cultivo para el estallido social.
Frente a estas consideraciones declaramos que:
La salud y la seguridad social son derechos humanos fundamentales que el Estado debe garantizar, desde un enfoque de universalidad, interdependencia y progresividad de los derechos humanos.
Se hace necesario establecer una política social de carácter redistributivo que logre los fines de la seguridad y protección social en salud, educación, empleo, ingreso, pensiones, alimentación, vivienda y recreación respondiendo al logro efectivo de los derechos, y no a los intereses económicos del mercado.
La lucha por el trabajo digno y decente no puede ser individual, sectorial ni coyuntural, reiteramos la necesidad de la unión persistente y solidaria como clase trabajadora para avanzar conjuntamente por medio de acciones legales y de movilización social hacia la construcción de escenarios democráticos que promuevan y garanticen los derechos laborales en condiciones de dignidad y estabilidad.
Se hace necesario establecer alianzas efectivas con los movimientos sociales de campesinos, indígenas, mujeres, trabajadores, población LGTBI y defensores del medio ambiente entre otros, de cara a la construcción conjunta de una paz con justicia social y ambiental, recuperando así la vigencia de los movimientos sociales como protagonistas de la acción democratizadora del país. Particularmente se propone fortalecer la acción conjunta con el movimiento social y ambiental por la defensa del agua, la vida, el territorio y el ambiente.
Apoyamos los acuerdos de paz entre el gobierno nacional y la guerrilla de las FARC EP, y abogamos por un pronto inicio de los diálogos con la guerrilla del ELN, los acuerdos son un buen punto de partida para iniciar la construcción de un país en el que impere la paz con justicia social y ambiental.
Estamos comprometidos con reimpulsar el movimiento social por la salud animando desde el departamento y la región, la convocatoria a un Encuentro Nacional por La Defensa de la Salud y La Seguridad Social. Es necesario que todos los actores demos un paso adelante y dejemos atrás lo que nos distancia y nos fortalezcamos en la unidad a través de lo que nos identifica. Por tanto nos comprometemos con la defensa de una plataforma política que recoja el espíritu de unidad y solidaridad que aquí nos convoca y con los principios aquí plasmados.
El movimiento social por la salud tiene el deber de aportar al debate sobre las condiciones que han generado y mantenido el conflicto social, político y armado que ha sufrido el país, por tanto en el marco del posacuerdo, debería empeñar sus fuerzas y esfuerzos para aportar a la superación de dichas condiciones de tal manera que avancemos en la consolidación de la democracia y la paz con justicia social que tanto anhelamos. El papel del sector salud del país es clave para la construcción de un nuevo modelo de seguridad y protección social que tenga en cuenta las secuelas físicas y psíquicas marcadas por un período de guerra y violencias, y que pueda responder adecuadamente a los desafíos que se inauguran para Colombia con la firma de los acuerdos de paz.
Los participantes en el Encuentro Departamental de Antioquia por el Derecho Fundamental a la Salud y la Seguridad Social: Diálogos por la Salud y la Paz, nos comprometemos a convertir en realidad los principios y resoluciones que aquí emanaron, como aportes a la construcción de un país más saludable y democráctico, de un país en paz con justicia social y ambiental.
Medellín, 10 de Septiembre de 2016