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En memoria de doña Lucila

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DESAPARECIDOS-30AGOSTO2008_36_-_copiaDoña Lucila Restrepo es y será recordada por su sonrisa empañada de ausencia, por la fotografía de Norberto invariablemente sobre el pecho, y por su paso agotado pero constante en la búsqueda de justicia.

El 2 de junio de 1992, Lucila despidió por última vez a Norberto Javier Restrepo, el mayor de sus hijos, el cariñoso que la colmaba de besos y se ocupaba de suplir las necesidades económicas de la casa, el ejemplar estudiante de Matemáticas de la Universidad de Antioquia, el hombre soñador que desde la Unión Patriótica, el Partido de la Esperanza, esperaba aportar en la construcción de una Colombia que significara hogar, y no destierro, para los desposeídos.

El 7 de junio siguiente una llamada de Norberto para avisar que había sido detenido por la Policía, junto con otros cinco compañeros, en la vía que conduce a Las Palmas, alimentó su ilusión de verlo nuevamente y retornar a sus viejos cuidados. Pero éste no fue más que un adiós.

Tres días después el Centro de Desaparecidos informó sobre el hallazgo de un cuerpo con las características de Norberto, cuya causa de muerte fue señalada por el inspector municipal encargado del levantamiento como “presunto suicidio por bala”, pese a que fue encontrado con las manos en la cabeza y sin armas a su alrededor.
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Más tarde la necropsia reveló que el cuerpo de Norberto presentaba quemaduras de ácido, especialmente en el rostro, ausencia de dentadura en la mandíbula inferior, fractura en la mano derecha y dos impactos de bala.

No obstante los claros indicios de tortura y la evidencia de que el crimen de su hijo fue cometido por miembros de la Policía Nacional, Lucila murió el pasado 8 de marzo sin haber gozado el sabor de la justicia. La investigación sobre la desaparición y posterior asesinato de Norberto ha naufragado en la negligencia oficial, y tras 19 años de “investigación” no hay culpables tras las rejas.

Aunque Lucila fue una de las pocas madres que pudo encontrar el cuerpo de su hijo y darle sepultura, se unió a la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Asfaddes, para gritar junto con miles de víctimas más que “nos los devuelvan como se los llevaron”. Sus compañeros de búsqueda hoy continúan exigiendo que se respete y se garantice su derecho a saber la verdad real, a que se haga justicia y a que les indiquen dónde están sus desaparecidos.

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Last modified: 29 septiembre, 2021
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