Por justicia y dignidad
Entre el 21 de junio y el 27 de diciembre de 1996, dieciséis campesinos señalados como auxiliadores de la insurgencia fueron arrebatados de sus hogares, en la vereda La Esperanza del municipio de El Carmen de Viboral, por paramilitares de las autodefensas campesinas del Magdalena Medio, bajo el mando de Ramón Isaza, y tropas del Ejército.
Pese a que desde mediados de 1995 el personero municipal, Helí Gómez Osorio, denunciaba el asesinato y la desaparición forzada de campesinos por parte de un grupo armado dedicado a la “limpieza social”, los abusos y excesos de miembros del Ejército, y la cercana relación entre unos y otros; la masiva desaparición forzada de La Esperanza marcó el punto de partida de la ofensiva paramilitar expansiva en la región del Oriente Antioqueño.
Estupefactos los campesinos vieron caer y desaparecer a sus familiares y vecinos a lo largo de seis meses sin que las autoridades hicieran nada al respecto y soportando, por el contrario, hostigamientos por parte de las tropas Granaderos, Barbacoas, Juan del Corral y Pedro Nel Ospina, de la IV Brigada del Ejército al mando del General Alfonso Manosalva.
También el personero Helí Gómez fue asesinado el 26 de noviembre de 1996, cuando se trasladaba de su oficina a su casa. Sus constantes denuncias lo convirtieron en blanco de las acciones criminales de las autodefensas del Magdalena Medio y de las autodefensas campesinas de Córdoba y Urabá, que en el marco del Proceso de Justicia y Paz se han disputado la autoría de su homicidio.
Años después, durante las versiones libres de Justicia y Paz, Ramón Isaza se ha declarado inocente frente a la comisión de masacres, entre ellas la de La Esperanza, y explicado que ésta fue cometida por su hijo Omar Isaza Gómez, alias Teniente, bajo órdenes del General Alfonso Manosalva y el Mayor Hernández, quienes le dieron una lista de 47 personas que debían ser eliminadas.
En su diligencia de indagatoria contó lo que las autoridades judiciales, las víctimas y sus representantes ya sabían gracias a las denuncias de los campesinos desde años atrás: el compromiso de la Fuerza de Tarea Águila en el desarrollo de los crímenes de lesa humanidad cometidos contra los habitantes de La Esperanza y de los que la antecedieron y precedieron.
Sin embargo, la negación de su responsabilidad en los hechos, la atribución a personas ya fallecidas, la revelación de que los cuerpos de las personas desaparecidas fueron lanzados a los ríos Samaná, Calderas y Magdalena, y la justificación de su silencio en un Alzheimer que podría llamarse “selectivo”, ha impedido que las víctimas conozcan el bálsamo de la verdad.
Contrario a ello, las verdades desdibujadas y el cinismo de los paramilitares beneficiados por el Proceso de Justicia y Paz, han ahondado el dolor, pero también la fuerza para continuar la inclaudicable lucha por la verdad, la justicia y la reparación integral.
Los familiares de las víctimas de la vereda La Esperanza invitan al acto de conmemoración de sus hijos, hermanos, esposos, vecinos asesinados y desaparecidos, y del personero Helí Gómez Osorio
Noviembre 26 de 2011
Vereda La Esperanza, Carmen de Viboral
Sobre la autopista Medellín-Bogotá
10:00 am
Saldrán tres buses de Medellín. Para viajar en ellos debe inscribirse
Teléfono: 251 63 50 extensión 107