Liliana María Uribe Tirado
Abogada
Corporación Jurídica Libertad
Son ya dieciséis años en los que más de ciento veinte familiares de las víctimas de desaparición forzada de la vereda La Esperanza, caminan por JUSTICIA y DIGNIDAD. Este trasegar no ha sido fácil. Son innumerables los obstáculos con los que han tropezado: el conflicto armado, la zozobra, las condiciones de precariedad económica, las transformaciones del uso del territorio y, muy especialmente, aquellos derivados de la impunidad y de los efectos que los crímenes han provocado en la vida individual, familiar y colectiva.
Ese caminar y los impactos psicosociales sufridos por la comunidad y los familiares de las víctimas de desaparición forzada, se recogieron en esta sencilla publicación en la que se retoma el proceso vivido en estos largos años donde se conjugan la impotencia, la frustración y la esperanza, motivada ésta en el infinito amor de los padres, hijos e hijas, esposas, hermanos y hermanas que anhelan saber de sus seres queridos, sumidos en la espesura de la mentira, de la noche y la niebla.
La Corporación Jurídica Libertad acompaña a los familiares desde que ellos valerosamente denunciaron luego de ocurridos los crímenes ante las autoridades judiciales, a través de la asesoría jurídica orientada al esclarecimiento de los hechos, al juzgamiento de los responsables y al logro de la reparación integral; pero también en el propósito de potenciar el proceso organizativo, la dignificación de las víctimas y la reconstrucción de la verdad como paso para crear memoria colectiva que se enfrente a la manipulación y a la mentira de los victimarios.
En dicho proceso han participado un sin número de personas, organizaciones sociales, de derechos humanos regionales, nacionales e internacionales y comunidades que no alcanzaríamos a detallar en esta presentación, pero cuando lean el documento, cada una de ellas, dimensionará el significado de sus aportes en el largo caminar, por lo cual, les damos infinitos agradecimientos.
La publicación que se presenta “CAMINANDO EN LA ESPERANZA POR JUSTICIA Y DIGNIDAD” hace parte del proceso mencionado. A ella se llega cuando en un taller con los familiares, en el primer semestre de 2011, se pensó en la conmemoración de los 15 años de las desapariciones forzadas de sus seres queridos. En más de diez talleres sucesivos se desarrollaron diversas actividades que fueron presentadas el día 26 de noviembre de 2011, fecha que coincidía con el aniversario, también número 15, del asesinato del Personero del Carmen de Viboral, Helí Gómez Osorio.
En ese proceso de trabajo mancomunado se elaboró la galería de la memoria de los hijos e hijas con la ayuda de la Corporación Contracorriente y del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, Capitulo Antioquia; también se construyó la galería de la memoria del Personero Helí Gómez Osorio en la que estuvo presente su familia y fue compartida por la Asociación de Personeros del Oriente Antioqueño; se pintó un mural apoyado por Hijos e Hijas por la Memoria y Contra la Impunidad y dos familiares compusieron dos canciones con arreglos musicales preparados por los artistas del grupo musical Nuestro Tiempo y raperos del grupo El Ciclón, quienes hacen parte de la Escuela Popular La Gran Colombia y Red Artística Cultura y Libertad.
El arte también se dispuso para la conmemoración con la obra de teatro “Más que Conciencia”, en la que participaron hijos e hijas de las víctimas de la vereda La Esperanza, jóvenes de algunos barrios de la ciudad de Medellín y teatreros espontáneos que se unieron al acto de memoria con la asesoría de la cooperante alemana Inge Kleutgens.
Una gran marcha por la autopista Medellín-Bogotá –recorrido de los victimarios hace 15 años– se rehízo con el llamado de La Esperanza por la dignidad y la justicia con el canto sonoro de los compañeros y compañeras de la Red de Organizaciones Comunitarias del Carmen de Viboral que se sumaron al acto, y de múltiples organizaciones sociales, sindicales, de víctimas, de jóvenes, estudiantiles y campesinos que se trasladaron desde los municipios del oriente antioqueño, de las ciudades de Medellín, Bogotá y del Eje Cafetero para participar en el acto de conmemoración. Marcha que culminó con una celebración eucarística preparada por la Corporación Cristianos y Cristianas por la Justicia y la Paz, y los sacerdotes Tarsicio Gaitán y Javier Giraldo.
En la organización y apoyo también estuvieron presentes Brigadas Internacionales de Paz, Amnistía Internacional, la Agencia de Cooperación Española a través de Oxfan Intermon, el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo PNUD, Appleton Fundation, la Agencia de Cooperación Catalana, la Asociación Paz con Dignidad, la Fundación Sumapaz, Kakua, la Campaña “VICTIMAS Y DERECHOS No lo Justifiques, Haz lo Justo Hasta Encontrarlos”, la Alcaldía de Cocorná y el Hospital San Juan de Dios del Carmen de Viboral. A todos ellos nuestros agradecimientos.
El reto más significativo propuesto por los familiares fue la construcción de una agenda de reparación integral y a su elaboración se sumó la organización Ajayu, que con su aporte apoyó la realización de un taller sobre cartografía social y varias entrevistas familiares y grupales que permitieron identificar algunos daños individuales, familiares, sociales y colectivos provocados por el hecho de las desapariciones forzadas en particular, así como las dimensiones del conflicto armado en el territorio puntual de la vereda La Esperanza.
La valoración de los daños fue reconstruida por un equipo de profesionales de la Corporación Jurídica Libertad y socializada con los familiares para su validación en dos talleres y hoy culmina con el documento final presentado en esta publicación, y con una agenda de reparación que fue expuesta públicamente el día 26 de noviembre del año anterior por las hijas de dos de las víctimas y que se erigen en los insumos mínimos sobre los cuales los familiares lucharán por la reparación integral.
El documento final, “Caminando en la Esperanza por Justicia y Dignidad” es, obviamente, un paso más en el largo recorrido de los familiares de las víctimas de la vereda La Esperanza, y seguirá con la exigibilidad de esas propuestas e iniciativas plasmadas en la agenda de reparación integral, la cual queremos que conozcan y apoyen en la perspectiva de la búsqueda de garantías de no repetición para toda la sociedad colombiana.
“(…) La verdad se enriquece incluso en la experiencia más horrible, sólo el olvido definitivo convoca a la desesperación. Desde el punto de vista no ya de uno mismo sino de la humanidad (a la que cada uno puede recurrir a su vez), una vida no es vivida en vano si queda de ella una señal, un relato que se añade a las innumerables historias que constituye nuestra identidad, contribuyendo así, aunque solo sea en una ínfima medida, a hacer de este mundo algo más armonioso y perfecto. Tal es la paradoja de esta situación: los relatos del mal pueden producir el bien”. Tzvetan Todorov. Frente al Límite