En la plazoleta que divide la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquía se llevó a cabo este 27 de agosto un plantón reivindicando el día de los desconectados y las desconectadas de los servicios públicos domiciliarios, dicha manifestación fue convocada y organizada por la Mesa Interbarrial de Desconectados de Medellín.
Según lo expresa un volante que circuló en medio de la manifestación, “desde el año 2009 se viene reivindicando este día, en honor a la memoria de la niñas Susana y Vanesa, muertas en el barrio París a causa de la desconexión de la energía eléctrica”; esto sucedió cuando su madre tuvo que salir a trabajar dejando a sus pequeñas en el rancho, iluminadas por algunas velas que provocaron un incendio. A partir de este hecho se han venido realizando acciones que permitan la visibilización de las problemáticas que atraviesan las personas que son privadas de los servicios públicos y de la vivienda.
Para Luz Elena Ibarra, habitante del barrio La Cruz e integrante de la corporación Late Paz ésta manifestación aparte de conmemorar y establecer dicho día como forma de recordar y “hacer” memoria, también tenía como objetivo protestar por los desalojos que se vienen realizando en la ciudad de Medellín y el no cumplimiento de la sentencia T 546 de 2009 que prohíbe la suspensión de los servicios públicos en los hogares donde halla menores de edad, pues para el 2011 en Medellín 46.000 hogares no tenían agua potable y cerca de 27.000 familias no contaban con energía, es decir, 240.000 personas. “En la actualidad, el 10% de la población se encuentra sin servicios públicos”, así lo expresaron las y los desconectados en la tarde del 27 de agosto.
Este acto simbólico empezó con la extensión de unas pancartas, posteriormente se tornó tenso el ambiente, cuando la policía no dejó pasar a varias personas que traían otras pancartas para apoyar la movilización; entonces la gente organizadamente se dirigió al lugar donde estaban los demás manifestantes para permitir su ingreso, pero aunque los uniformados intentaron impedirlo, no fue posible.
“Que se quemen las facturas no los niños y las niñas de nuestros barrios” fue una de las consignas más representativas de esta jornada como forma de conmemoración y de exigencia de los derechos humanos, pues según Carlos Bedoya integrante de la Mesa Interbarrial de Desconectados, el derecho a la vivienda es transversal a todos los derechos.