Hace quince años, el 26 de noviembre de 1996, fue asesinado el personero de El Carmen de Viboral, Helí Gómez Osorio, y muchos pensaron que con su homicidio se silenciaba la voz del pueblo, de los desvalidos, de los marginados, a quienes les ofreció su oído atento y su disposición para solucionar problemas.
A pesar de no haber nacido en El Carmen, Helí se enamoró del municipio el día mismo en que llegó para estudiar los últimos grados del bachillerato. Aquí se graduó, conoció el primer amor, aprendió a luchar por la causa de los olvidados y a no claudicar.
La cultura, la educación, la construcción colectiva a partir de la conversación desprevenida, fueron sus mayores intereses. Y, más tarde, como abogado de la Universidad de Antioquia y Personero Municipal, dirigió sus esfuerzos a construir nuevas y mejores relaciones humanas entre los carmelitanos, con la intención de que mujeres, niños, niñas y ancianos, principales afectados por la violencia intrafamiliar, conocieran la tranquilidad.
Asumió, también, la denuncia del asesinato y desaparición forzada de campesinos por parte de estructuras paramilitares y su estrecha relación con miembros del Ejército y de la Fuerza Pública, evidenciando especialmente los crímenes cometidos contra la comunidad de la vereda La Esperanza, a lo largo de la segunda mitad del año 1996.
Por esta razón Helí se convirtió en una incomodidad para el paramilitarismo en la región, y en blanco de sus ataques. Finalmente lo mataron la noche del 26 de noviembre de 1996, pero no lograron silenciarlo porque, tras quince años, sus ideas continúan siendo bálsamo y motivo de resistencia y lucha.
Les presentamos, entonces, la Galería de la Memoria en homenaje a Helí Gómez, donde encontrarán testimonios de sus familiares y amigos, quienes desde la profundidad de sus recuerdos traen a la memoria individual y colectiva sus ideas, aportes y convicciones.