Un año más de conmemoración, ¿Qué podemos decir hoy que no hayamos dicho ya? Asistimos hoy después de 17 años con el dolor y con la esperanza. Nos duele ver como la impunidad sigue rondando nuestras vidas, con el dolor que provoca ver como la historia se sigue repitiendo en nuestros barrios, pero con la esperanza de que no estamos solos, que a nuestro lado caminan hombres y mujeres valientes dispuestos a seguir alzando la voz para exigir justicia, para exigir verdad y para recordarle a quienes aman la guerra que no queremos más horror, que queremos la paz, que no queremos que en nuestra comuna 13, ni en ninguna otra comuna se repita la Operación Mariscal.
Hoy seguimos evocando a quienes ya no están, honramos sus nombres, sus legados, sus sueños, su vida, seguimos haciendo memoria por y para cada uno y cada una de quienes nos arrebataron y a quienes nos negamos a olvidar.
Estos 17 años no han sido fáciles, la tristeza a veces embarga y nubla nuestras miradas, pero así mismo hemos aprendido a fortalecernos para la vida y la memoria, para la lucha porque esto no vuelva a suceder, porque nadie más en Colombia padezca este dolor.
Por eso creemos en la oportunidad histórica que tiene el país a partir de la creación del Acuerdo de Paz, por eso las víctimas le defendemos, exigimos su implementación y las garantías de no repetición. Creemos que la verdad más que una necesidad para las víctimas es una oportunidad para Colombia, una base en la construcción de ese país libre de violencia que hemos soñado y para el que todos los días allanamos el camino.
No más impunidad, no más evasión de la verdad, seguiremos enfrentando la impunidad con la imagen de cada uno de sus rostros llenos de vida y de infinito amor. Seguiremos exigiendo al Estado colombiano que brinde reales garantías de no repetición, pero también seguiremos exigiendo nuestro derecho a la verdad, nuestro derecho a que nos digan que pasó.
Instamos a las autoridades locales a que den soluciones reales para el conflicto que vive hoy nuestra Comuna 13, nuestros barrios no son territorios de disputa, nuestros barrios no son escenarios de guerra. Llamamos a que se respete la vida, llamamos a no repetir nunca más operaciones militares en ellos. Seguiremos alzando la voz, seguiremos diciendo ¡Operación Mariscal Nunca Más!.