Escrito por 12:33 pm Comunicados, Derechos Humanos, Memoria, Víctimas

Alzamos la voz contra el negacionismo

Las familias víctimas de ejecuciones extrajudiciales, respaldadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y acompañadas por la sociedad civil convocada y asistente al acto público por la memoria y contra el negacionismo, reconocemos la lucha, resistencia y persistencia de quienes por décadas han exigido y caminado por la ruta de la verdad para la garantía de los derechos a la justicia, la reparación y las garantías de no repetición.

El 22 de noviembre de 2024, en la plazoleta de la Alpujarra, en la ciudad de Medellín, nos reunimos alrededor del simbolismo, la solidaridad, la memoria y el homenaje a quienes fueron arrebatados de sus familias y de la historia de este país, en manos del Estado colombiano.

Bien sabemos que las botas han sido un símbolo de lucha y resistencia frente a las atrocidades cometidas por el Estado colombiano, representando el dolor de las madres que han perdido a sus hijos y reconociendo la dignidad de todas las víctimas que han sido privadas de su derecho a la justicia. Aún, cuando el accionar de civiles, ciudadanos e incluso congresistas, vaya en contravía de este reconocimiento, y que sus comportamientos representen una afrenta a la memoria histórica de un país que aún arrastra las secuelas de un conflicto armado que ha dejado miles de vidas destrozadas; hoy insistimos en el poder de la solidaridad, cuando distinguimos que somos más las personas que nos unimos a la exigencia de búsqueda de #JusticiaParaLas6402

Las organizaciones de víctimas y defensoras de derechos humanos, condenamos enérgicamente todo tipo de actitudes que perpetúan la deslegitimación de las luchas por la justicia, la verdad y la reparación. La indiferencia hacia las víctimas de crímenes de lesa humanidad no tiene cabida en una democracia que tiene pendiente una reparación histórica, profunda y colectiva. De ahí que, rechazamos todo aquello que atente contra el simbolismo, la memoria y la representación de la lucha de las mujeres, madres y familias que hoy nos aleccionan en su persistencia, lo que no solo profundiza la división y la impunidad, también es una cuota al olvido en un país que sigue esperando respuestas por los horrores de su pasado reciente.

Hoy más que nunca expresamos nuestra solidaridad irrestricta con las madres buscadoras de sus hijos/as y de la justicia; quienes siguen luchando por la búsqueda de la verdad y por la sanción de los máximos responsables de las ejecuciones extrajudiciales. A estas mujeres y familias les debemos no solo el respeto, sino el reconocimiento por su incansable labor en la defensa de los derechos humanos y en la construcción de una Colombia más justa, en donde las víctimas no sean olvidadas y donde los actores reconozcan su responsabilidad en los crímenes perpetrados.

Hacemos un llamado a la sociedad civil para que trace un compromiso inacabado con la memoria histórica, la verdad y la justicia. La dignidad de las víctimas debe ser respetada y defendida en todo momento. No podemos olvidar estos crímenes, es urgente consolidar un acuerdo social que impida que personas insensibles al dolor y la dignidad de las víctimas continúen representando o accionando en nombre de una ciudadanía que aspira a la paz y al respeto.

Rechazamos cualquier acción que intente invisibilizar el dolor, la lucha y exigencias de quienes han enfrentado la violencia, así como toda aquella que obstaculice los procesos de memoria y verdad. Por el contrario, reconocemos la entereza, la persistencia, la solidaridad y la decisión de las tantas personas y familiares que han encarnado las ejecuciones extrajudiciales y hoy nos aleccionan con su mandato de amor, de dignidad y exigencia de JUSTICIA. JUSTICIA PARA LAS 6402.

¡Nunca más crímenes de Estado!

Desde Antioquia alzamos la voz contra el negacionismo.

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Last modified: 27 noviembre, 2024
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