La Asociación Campesina del Bajo Cauca Antioqueño (Asocbac), desde enero de 2011, hizo conocer a la opinión pública en general su absoluto rechazo a las nuevas fumigaciones con glifosato en el Bajo Cauca y nudo de Paramillo que están realizando los gobiernos departamental y nacional con el fin de combatir los cultivos ilícitos en la región.
Igual, planteamos que así se rompía de forma unilateral el compromiso de no fumigación en el Bajo Cauca, acordado en julio de 2008, sin tomar en cuenta las afectaciones ambientales, económicas, sociales y de orden público que pueden derivarse de tal acción.
Contextualizamos que, desde mediados del 2008, los campesinos del Bajo Cauca antioqueño han venido sustituyendo los cultivos ilícitos, encontrándose muchas veredas de la zona certificadas como libres de ilícitos por la oficina de Naciones Unidas para tales efectos. Encontrándonos desarrollando un proyecto de cacao como sustitución y sembrando diversos productos de pancoger para nuestra subsistencia, los cuales fueron fumigados en noviembre-diciembre de 2009, contaminando nuestros suelos, aguas y cultivos.
Obteniendo como respuesta del gobierno nacional y departamental una grandilocuente negativa reflejada en la continuación de las fumigaciones aéreas con glifosato en todo el Bajo Cauca, contaminándonos con su veneno, generando, junto a la persecución a la pequeña minería, hambruna y miseria en nuestra región, que sólo se puede explicar bajo la intención del estado colombiano, los grupos capitalistas criollos y las empresas multinacionales de depredar nuestras riquezas naturales, desplazarnos forzadamente y desalojarnos de nuestro territorio.
Por tales motivos, cientos de familias campesinas y comunidad en general de los municipios que componen el Bajo Cauca antioqueño protestamos y nos movilizamos hoy, exigiendo cesen de inmediato las fumigaciones aéreas con glifosato en el Bajo Cauca antioqueño, que el Estado concerte con las comunidades un plan de sustitución de cultivos de ilícitos, que en verdad busque solucionar en verdad las causas de esta problemática y genere un desarrollo local alternativo y sustentable en la región.
De igual forma nos continuamos oponiendo a proyectos y programas que desde el Estado se han convertido en formas de control social por medio de estas coyunturas y bajo la necesidad y el hambre de los campesinos y comunidades en general de la región, como los impulsados por Acción Social y el ejército colombiano, que por medio de Familias En Acción, Guardabosques y juntos, concentran los proyectos de sustitución en el Centro de Coordinación de Acción Integral (CCAI) o doctrina de acción cívico militar para la consolidación de la “seguridad democrática”, la cual entró a operar en el Bajo Cauca Antioqueño, Ituango y Nudo de Paramillo bajo directiva presidencial 001 de marzo de 2009.
Por lo tanto, llamamos a la opinión pública nacional e internacional, a las organizaciones sociales y populares a rechazar las fumigaciones con glifosato sobre el territorio del Bajo Cauca y nudo de Paramillo, a manifestar su solidaridad en la efectiva y en la práctica con esta lucha que hoy comienza.
Llamamos a las agencias del ministerio público en el Bajo Cauca antioqueño, a la Defensoría del Pueblo, Procuraduría General de la Nación y departamental, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a velar y garantizar el cumplimiento de los derechos humanos por parte del Estado hacia los campesinos y comunidad del Bajo Cauca en protesta.
Exigimos al estado colombiano, en cabeza de sus autoridades departamentales y nacionales, a respetar los derechos humanos de la comunidad del Bajo Cauca en protesta, así como a generar prontamente canales pacíficos que permitan dar pronta solución a esta problemática.
Rechazamos la forma hostil y grosera como, por vía celular en horas de la tarde de hoy, el gobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos increpó y amedrentó a nuestros voceros en Valdivia, y lo hacemos responsable por la seguridad e integridad personal de nuestros voceros en Tarazá y Valdivia.