Desde el inicio de la Operación los habitantes de los 23 barrios que conforman la Comuna 13 y organizaciones defensoras de Derechos Humanos, denunciaron los estrechos y sospechosos vínculos entre el BCN y la IV Brigada del Ejército Nacional, la Policía Nacional, el DAS y el CTI, así como la realización de procedimientos contrarios al DIH tales como el uso de helicópteros artillados que disparaban indiscriminadamente, las ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas. En medio del operativo murieron cuatro militares y once personas presentadas como
milicianos muertos en combate. Además en los tres días siguientes fueron detenidas y reseñadas 450 personas, algunas de ellas torturadas y dos más desaparecidas.
No obstante la indiferencia con que los organismos estatales y los medios de comunicación colombianos han tratado el tema, los generales Mario Montoya y Leonardo Gallego fueron nombrados en Los Ángeles Times, diario norteamericano que informó, el 25 de marzo de 2007, que según un documento desclasificado de la CIA, “el diseño y despliegue de la Operación Orión estuvo a cargo del Ejército colombiano al mando del General Montoya en su condición de comandante de la IV Brigada, el general Leonardo Gallego, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, y fuerzas paramilitares, quienes pintaron los muros de los barrios con frases como “Bloque Cacique Nutibara, Compañía Orión”.
Estos señalamientos han sido probados por versiones suministradas por desmovilizados que dan cuenta del estrecho vínculo existente entre los mandos de la fuerza pública y los grupos paramilitares, dirigido a lograr el éxito en la toma de la Comuna 13. El comandante paramilitar del Bloque Metro, Carlos Mauricio García Fernández, alias Doble Cero, y Luis Adrián Palacio Londoño, alias ‘Diomedes’, ex paramilitar de los bloques “Metro” y “Mineros”, denunciaron una serie de alianzas entre paramilitares, policía y ejército en el propósito de toma de la ciudad de Medellín.
Ante estas denuncias el presidente Álvaro Uribe Vélez respondió diciendo “el general Mario Montoya es un soldado honesto de la patria” , a lo que agregó que la Comuna 13 es el laboratorio de paz más exitoso con que se da inicio a la seguridad democrática.
Las denuncias de las comunidades y las organizaciones defensoras de Derechos Humanos sólo cobraron relevancia cuando, desde Estados Unidos, el extraditado narcotraficante y jefe paramilitar del BCN de las AUC, Diego Fernando Murillo Bejarano, señalara que “las autodefensas del BCN fueron al área de la Comuna 13 como parte de una alianza con la IV Brigada del Ejército, incluyendo al comandante General Mario Montoya y el General de la Policía Nacional Leonardo Gallego”, y agregara que “la Policía de Medellín asignó su Unidad Especial Anti Secuestro (GAULA) para asistir al BCN en los esfuerzos conjuntos de la Operación Orión”.
Indudablemente esta es una oportunidad para que se reconozca el derecho de las víctimas a conocer la verdad, a que se haga justicia, a ser reparadas integralmente y que Nunca Más se cometan estos crímenes que comprometen la responsabilidad del Estado colombiano. Sin embargo, será indispensable que la Fiscalía emplee eficientemente los seis meses que tiene para recolectar las pruebas necesarias y contundentes que le permitan abrir la investigación penal, de lo contrario el proceso se archivará. Para avanzar en el reconocimiento de la reparación integral a las víctimas, es necesario que la justicia colombiana avance eficientemente en la investigación, juzgamiento y sanción de los altos mandos comprometidos en la comisión de crímenes de carácter internacional.