Las Jornadas por la Memoria Gustavo Marulanda surgen del deseo de contribuir a la recuperación de la memoria histórica, en especial de los hechos, acciones y reivindicaciones que han surgido e identificado a la comunidad universitaria, al igual que los discursos, políticas y crímenes que la han afectado, esperando que de esta manera el sector universitario -sector que va cambiando de sujetos cada determinado tiempo- logre obtener herramientas que le permitan identificarse y construir una visión política del pasado y de su historia.
Es importante aclarar que cuando como Corporación de Derechos Humanos decidimos trabajar el tema de la recuperación de la Memoria Histórica, lo hacemos por dos razones. La primera, porque en medio de estos tiempos tan difíciles para la organización y movilización social, en los que la democracia parece sucumbir, es cuando se necesita que como universitarios reivindiquemos las conquistas y acciones políticas que como sector se han alcanzado.
En segundo lugar, estamos convencidos de que es importante que la sociedad logre identificar aquellos discursos, políticas y acciones que por su crudeza y sinrazón se deben rechazar; lo hacemos como un acto de homenaje a las víctimas, a sus sueños, a sus familias y amigos. No lo hacemos en busca de generar odios y rencores, por el contrario, pretendemos no sólo restaurar la dignidad de las víctimas, sino cuestionar la manera cómo se perpetra en nuestro país la impunidad, desconociendo los derechos a la verdad, la justica y la reparación integral que tienen los familiares de las víctimas y la sociedad en su conjunto.
Este año la Jornada por la Memoria Gustavo Marulanda pretende enfatizar de forma crítica la preocupación que como universitarios sentimos ante la implementación, dentro de los modelos educativos, de políticas, instrumentos y dispositivos de control social, por medio de los cuales dentro de la universidad Colombiana y en general de América Latina, se constituyen procesos permanentes de indoctrinamiento, entendiéndose éste como el proceso por medio del cual las élites sociales en el poder, a través de sus instituciones identitarias de las sociedades disciplinales que plantea Michael Foucault, aquellas como la escuela, los hospitales, las cárceles, las fábricas, entre otras, han generado mecanismos de control que producen en el individuo cooperación voluntaria con los mismos.
Dentro de las universidades se están evidenciando procesos directos de control, utilizando dispositivos como cámaras de seguridad, presencia permanente de cuerpos policiales, más precisamente del Escuadrón Móvil Antidisturbios –ESMAD-, perros guardianes, tarjetas de identificación con chip electrónico, entre otros, los cuales van naturalizando el proceso de control dentro de la población, convirtiéndolo en un control positivo.
Dichos mecanismos de control obtienen su éxito en la medida en que se exponen de forma sutil dentro de la población, indoctrinando de forma más efectiva y permitiendo que los individuos se auto-regulen, se alienen e impidan la construcción de pensamiento y acciones críticas y diversas, aprobando así la permanencia de lo único, lo homogéneo y lo acrítico.
La educación entonces se convierte en uno de los dispositivos de control de mayor envergadura, debido a los mecanismos con los que cuenta para la difusión de conocimientos y técnicas a favor de saberes particulares, tanto desde el punto de vista teórico como pedagógico, a través de lo cual se forman estudiantes dentro de los claustros universitarios.
El poder generar espacios de discusión en torno de la problemática descrita, posibilita la construcción del pensamiento crítico y diverso, por encima del establecimiento del pensamiento único, imperante en nuestras sociedades hoy. Es un deber entonces como universitarios, poder discutir, disentir y construir propuestas en favor de una educación más amplia, plural, al servicio de los menos favorecidos y con un alto grado de responsabilidad social.
La V Jornada por la Memoria Gustavo Marulanda se realizará el día 2 de agosto de 2011, a las 2:00 de la tarde, en la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, auditorio principal.