El pasado 18 de septiembre de 2021, nos dimos cita diversas organizaciones de víctimas y defensoras de Derechos Humanos para realizar el acto de memoria y conmemorativo de los 25 años de lucha y búsqueda de las víctimas de la vereda La Esperanza.
En un acto coordinado y desarrollado principalmente por los familiares de las víctimas, se reivindicó por medio de expresiones artísticas, una eucaristía y olla comunitaria, la presencia y la memoria vida de las víctimas de la vereda que luego de 25 años continúan en el proceso de exigencia por sus derechos, el cumplimiento de la sentencia de la CIDH y en sus procesos organizativos como comunidad.
Cada momento de la jornada fue una muestra de la importancia del proceso de organización que lleva la comunidad posterior a los hechos ocurridos en 1996. El diálogo intergeneracional permite hoy, 25 años después de sufrir distintos tipos de victimización, ver una comunidad empoderada en los liderazgos de la población mayor y en las acciones colectivas desde el teatro, la música y la lectura que han desarrollado los jóvenes familiares de las víctimas, como continuidad de la lucha que han liderado los mayores.
En acto de conmemoración, se entrecruza además, con el proceso de exigencia de la comunidad en el cumplimiento de las medidas simbólicas de reparación, especialmente con acto público en el que el Estado reconozca su responsabilidad en los hechos ocurridos en 1996 y en la construcción de un monumento como lugar de memoria de las que fortalezca los procesos sociales de la vereda y sea de acceso púbico para la comunidad y visitantes al territorio en general.
El proceso de reparación colectiva sigue en curso, y esta conmemoración no es ajena a las acciones que desde los familiares de víctimas y las organizaciones sociales que acompañan, se han adelantado en el marco de los procesos por la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
Lectura presentada en el momento eucarístico en memoria de las víctimas
“La tierra es el único camino que nos puede llevar al cielo”
Pedro Casaldaliga
Acudimos hoy a la memoria como una fuerza que luego de 25 años, no solo conmemora, sino que enaltece la presencia viva de nuestros familiares, hermanos y hermanas del mundo. Hacer memoria de nuestros seres amados, aquellos y aquellas que labraron sus caminos en este territorio en el que hoy nos encontramos, es alzar la voz por la justicia. Hacer memoria en este preciso instante es engrandecer la lucha incansable por todos y todas los y las detenidas y detenidos desaparecidas/as de nuestro país.
Durante estos años, la memoria de nuestros mártires de la vereda La Esperanza, ha sido la savia que ha dado vida a todo un proceso que se resiste al olvido y continúa floreciendo en cada generación venidera.
Hoy la memoria es resistencia en la búsqueda por la verdad y las luchas por la no repetición. Cada historia de vida de quienes hoy reivindicamos es parte de una dolorosa pero necesaria resignificación de la pérdida y del arrebatamiento de nuestra pervivencia al lado de ellos y ellas. La memoria es un encuentro donde el apoyo mutuo y la resistencia son colectivas y donde el amor al prójimo es una tarea.
Hoy, rendimos homenaje a sus memorias y seguimos exigiendo la búsqueda de todos y todas nuestros desaparecidos y desaparecidas que fueron arrebatados a la tierra y a nuestros corazones.
Que esta ceremonia sea un paso más en nuestro camino hacia el futuro…
Que sea no solo un acto fechado para recordar…
Que se convierta en aquello que sostiene la vida en la tierra y nos hace verdaderamente humanos…
Que sea eso que llamamos La Esperanza.
Cra. 47 # 53-45 Ed.
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