¿Quién era José Alfredo?
Él era mi hermano, tenía 25 años cuando lo mataron, era alto, flaco trigueño, muy buen hermano, un muchacho muy trabajador.
A nosotros nos gustaba mucho jugar futbol, los sábados y los domingos después de trabajar nos íbamos a jugar futbol, también tenía muchos sueños.
¿Qué sueños?
Él quería ser veterinario, le gustaban mucho los animales, pero nosotros solo pudimos estudiar hasta quinto de primaria, porque vivíamos en una vereda y por allá no hay colegios, solo una escuela y ya para bajar al pueblo al colegio nos quedaba muy difícil, pero él si quería estudiar
¿Qué paso con él?
Estábamos un día, eso fue en el 2001, íbamos a recoger café con otros hermanos míos y con Albeiro un amigo, cuando íbamos caminando a los cafetales vimos que bajaban como 15 hombres del ejército y empezaron a decir que éramos guerrilleros, nosotros salimos corriendo, pero ellos ya habían agarrado a José Alfredo y a Albeiro. Nosotros corrimos mucho a escondernos en otra vereda, ellos nos persiguieron pero no pudieron alcanzarnos.
Ese día como a las dos de la tarde escuchamos unos disparos, ellos empezaron a hacer un combate entre ellos y ahí fue que mataron a mi hermano, al otro día los montaron en unos caballos, tirados los cuerpos y los subieron hasta un parte que llaman el Shakiro, iban vestidos con uniforme de la guerrilla, ahí llego una volqueta que venía de San Carlos y se los llevó, allá los enterraron como NN
¿Dónde vivían ustedes?
Nosotros vivíamos en San Luis.
¿Qué pasó después, fueron a reclamar los cuerpos?
No, después de eso estuvieron unos doctores de la Corporación por acá, nosotros les contamos lo que nos había pasado y ellos tomaron el caso, nos ayudaron a que mi mamá fuera a reconocer el cuerpo, cuando ella lo vio, lo habían vestido como un guerrillero y le había puesto un arma, pero esta es a fecha en que aún no hemos podido darle sepultura, la Fiscalía no lo ha entregado?
¿Después de la muerte de José Alfredo ustedes que hicieron?
Nosotros nos tocó quedarnos en la finca, era lo único que teníamos para trabajar, teníamos miedo pero tocaba, además no teníamos dinero porque el Ejército nos había robado todo. Antes de la muerte de José, el Ejército entro un día y se llevó todo, ganado, gallinas, cosas de la casa, ropa nueva que habíamos comprado, todo. No nos dejaron nada. Ese día salimos corriendo mi mamá, mis hermanos y yo a escondernos por ahí cerca y vimos como se llevaban todas las cositas.
¿Ustedes lo denunciaron?
No, nunca. Es que una cosa es como ustedes ven el Ejército allá en la ciudad y otra muy distinta es como son ellos en el campo, ellos aquí lo tratan a uno muy mal, a todo el mundo tildan de guerrilleros o de auxiliadores de la guerrilla. Para el Ejército, todos los campesinos somos guerrilleros.
Después de todo eso, mataron a otros dos hermanos.
¿Dónde? ¿Qué pasó con ellos?
Nosotros estábamos cortando una madera, cuando paso lo mismo, llego el Ejército y les echaron mano a Humberto y a Carlos, yo otra vez me pude escapar, salí corriendo otra vez. Eso fue a las nueve de la mañana a las once ya los habían matado, también hicieron como si fuera un combate, los tiraron encima de unos caballos y se los llevaron para Granada, aparecieron en la vereda la Gaviota. Luego los enterraron en Cocorná.
A ellos si los pudimos sepultar, mi hermana y unos abogados de la C.J.L. con los veníamos mirando el caso de José Alfredo, reclamaron los cuerpos y entonces los enterramos aquí en Medellín.
¿Usted se escapó dos veces, no le daba miedo que ellos lo agarraran por ahí en su casa?
Sí claro, ya después de lo de Humberto y Carlos, yo le dije a mi mamá que nos teníamos que venir para Medellín o que a mí me mataban, agarramos las pocas cositas y corra para Medellín.
¿En qué año fue lo de Humberto y Carlos?
Fue en el 2002, apenas pasaba un año de lo de José Alfredo