Escrito por 12:35 pm Comuna 13, Derechos Humanos, Desaparición Forzada, Impunidad, Mujeres, Pronunciamientos

La censura como mecanismo de impunidad

Por: Corporación Jurídica Libertad y Colectivo de Mujeres Caminando por la Verdad

La más desarmada ternura, así como el más sangriento de los poderes, necesitan la confesión. Michael Foucault 

Toda expresión de poder y resistencia termina por confesar sus formas, sus temores, sus intenciones. Al día de hoy, toda expresión de poder manifiesto en represión, trae consigo una manifestación de la resistencia que va más allá de la idea menospreciada y masiva de aguantar, soportar, sufrir o tolerar. La resistencia es una expresión propia de los individuos que creen en la posibilidad de construir escenarios distintos en donde se manifieste la vida, la franqueza, la justicia, la verdad.

La represión por su parte, asociada a la contención, al freno, al castigo, encuentra camino en las rutas de la censura, de la omisión; de manera que, si reunimos todos estos elementos frente a un escenario de verdad, el resultado es la perpetuación de la impunidad en alianza con un cubrimiento que se viste de negacionismo. 

En Medellín, la censura sigue siendo un mecanismo de impunidad ante la develación de lo macabro de los hechos que llevaron a la desaparición de cientos de personas en la ciudad, en el departamento y de manera particular en la Comuna 13. Ha sido noticia en el último mes los hallazgos de osamentas encontradas entre el 18 de diciembre de 2024 y el 13 de enero de 2025, durante la intervención forense en el Polígono ubicado en el sector de La Arenera, concesión minera a cargo de la empresa El Cóndor, a donde fueron trasladadas las personas que posteriormente fueron desaparecidas en la Comuna; los mismos hechos que han sido denunciados desde el año 2001 por las mujeres y familias buscadoras, y que 23 años después han tenido pruebas para quienes desde el negacionismo y la idealización política y militar pusieron en duda y señalamiento su dolor, su espera, su búsqueda, su lucha. 

Al poco tiempo de notificados los primeros hallazgos de osamentas en el Polígono intervenido, el hombre que dirigió el país en el tiempo en que más de 20 operaciones militares acaecieron en la Comuna, tuvo la idea de compartir en redes un comunicado emitido desde el mismo territorio en el que décadas anteriores se atestiguó la desaparición de alrededor de 502 personas. En esta comunicación, Uribe fue insistente en la justificación de las intervenciones militares, dando una vez más la respuesta a la pregunta que han hecho las víctimas: ¿Quién dio la orden?

Al parecer esta pregunta en particular causa revuelo no solo en la ciudad; se amplía a otros territorios del país en donde las familias buscadoras también resisten, y al tiempo, seguidores del expresidente le defienden a él, a su gobierno, sus órdenes y los demás responsables. Es tanto el alcance y escozor que genera la pregunta, que se materializa en la censura de murales pintados en espacios público, tal como sucedió el pasado 13 de enero.

El 12 de enero de 2025, en un reconocimiento por la búsqueda de las mujeres víctimas de la Comuna 13 de Medellín, se pintó un mural con la frase: Las cuchas tenían razón. Entre letras aparecen otros elementos gráficos que ilustran los hechos y el porqué de la frase: el rostro de una mujer buscadora, la fotografía de su hija colgada en el pecho, cadáveres, y el rostro del exmandatario. A un día después, el muro es pintado de gris por orden de la Administración municipal de Medellín, la cual hoy está en cabeza de Federico Gutiérrez, el mismo personaje que años atrás, siendo también alcalde de la ciudad, recién iniciada la intervención en La Escombrera, se negó a escuchar y a reunirse con las mujeres, obstaculizando y frenando la búsqueda por completo durante su cuatrienio. 

Sumado a la orden, coexisten otras expresiones que recaen en la estigmatización de las víctimas, como es el caso de Andrés “Gury” Rodríguez, concejal de Medellín, por el Centro democrático, quien en su red social X felicita el accionar de la Alcaldía por tapar el mural: “Excelente trabajo @AlcaldiadeMed, cero apología al narcoterrorismo y a la falsa narrativa progresista”. Lo anterior, representa una clara estigmatización a las mujeres buscadoras y a los colectivos de artistas que en solidaridad buscan hacer eco de las exigencias; además de ponerles en riesgo ante amenazas y toda acción violenta que deviene de este tipo de señalamientos.

Tanto la orden como la expresión son manifestaciones de represión a la libre expresión de las víctimas y los colectivos artísticos que han resistido y acompañado a las familias en la búsqueda de la justicia; expresiones que por cierto están lejos de adolecer de verdad o de elementos que prueben lo sucedido. Una vez más somos testigos de que la censura es una práctica de grupos políticos para la manipulación y el control social, para la promoción del negacionismo de unas prácticas de estado que nos han acompañado por décadas como sociedad. 

Finalmente, volviendo a la frase de Foucault, la confesión del sangriento poder es que la censura es su mecanismo de impunidad; de que el silenciamiento ante el atrevimiento amoroso y consciente de las víctimas del horror sigue dejando en deuda a un Estado que no solo ejecuta los crímenes, sino que también tiene aliados que encubren las respuestas a las preguntas, como la que ya sabemos que incomoda: ¿Quién dio la orden?

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Etiquetas: , , , Last modified: 14 enero, 2025
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